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TOMANDO UNAS COPAS

El momento del relax despúes de una jornada de trabajo.

Los japoneses gustan de salir a tomar unas copas con los amigos cuando el trabajo se lo permite. Hay una enorme variedad de establecimientos en los que cenar, pasar el rato, practicar karaoke, o geemu sentaa donde probar el último videojuego.

Es posible encontrar restaurantes de casi todos los países en las grandes ciudades y desde luego las sempiternas hamburgueserías y pizzerias que podemos ver en cualquier lugar de España. En el caso de los empleados de las compañías japonesas, salir del trabajo y tomar unas copas o picar algo con los compañeros y los cuadros medios de la empresa es todo un ritual del que difícilmente se escapa. El grupo que trabaja unido también "sale a divertirse" unido.

Generalmente se bebe bastante en esas reuniones. El japonés es compulsivo bebiendo, parece que su objetivo es la borrachera rápida. Es frecuente ver los resultados en los últimos trenes. Sarariman, de impecables trajes y caros portafolios, hacen esfuerzos titánicos por mantenerse derechos y encontrar la puerta del vagón o el torno de la salida de la estación. Eso si, aunque lleven una cantidad notable de alcohol en el cuerpo, son los borrachos más correctos que uno se pueda encontrar, porque no suelen dar molestias a otros transeuntes o pasajeros, ni emprenderla con "cantos regionales" equivalentes a "Asturias, patria querida". Por el contrario, sestean con aire digno luchando por mantener el equilibrio, ante la mayor de las indiferencias. Nadie mira, al menos directamente, a ninguno de esos ciudadanos pasados de copas.

Y es que la embriaguez pública no se ve de la misma forma que en Occidente. Cuando varias personas se juntan a beber y se emborrachan están ejecutando un ritual social. Durante la borrachera se pueden relajar y dar rienda suelta, dentro de un orden, a pensamientos y sentimientos que en estado sobrio serían absolutamente incapaces de expresar.

Es posible decir o hacer casi todo lo que a uno se le apetezca. Caben comportamientos infantiles, juegos de todas clases, canciones, risotadas, etc. Casi todo está permitido, en apariencia. Sin embargo, aun con la cogorza más monumental, siguen encendiendose las luces de control en la mente del japonés, cuando se da cuenta de que determinado comentario o actividad puede ser demasiado fuerte. Así que hay relajación pero no pérdida total de conciencia y del sentido de la armonía del grupo.

Se establecen confianzas que durarán lo que la fiesta. Incluso puede decirse que en ocasiones se busca la ocasión de beber para poder sincerarse con otro, cuando menos una vez. Al día siguiente cada uno volverá a su papel dentro de la jerarquía y se mantendran elegantemente las distancias. Nadie suele romper la norma no expresada de no hacer alusión a nada de lo dicho en plena euforia, salvo que la fiesta haya sido entre amigos y además jóvenes. Si alguién hace algún comentario, el aludido probablemente exhiba una máscara de autocontrol y diga con calma que nada de eso fue dicho por él. Insistir en que no estábamos tan borrachos como para no recordar con detalle la conversación no servirá más que para hacernos perder todavía más puntos.

Aún en la juerga más desmadrada se siguen respetando las jerarquías y aunque haya cierta permisividad a la hora de expresar críticas hacia el sistema, otros compañeros o incluso el jefe, no conviene abusar de su paciencia, porque él sí que recordará lo que se dijo sobre su persona ;-)

Ni que decir tiene que resulta descortés rehusar la copa que se ofrece. Nos puede librar el aludir a una cierta dolencia que nos impida beber alcohol. Si no es así, es mejor dejarse llevar y ponerse a la altura de las circunstancias. Incluso pueden mirarnos con cierto recelo si no alcanzamos un nivel de euforia semejante. Pretender controlar es tanto como decir que no queremos compartir la actividad del grupo. Así pues conviene hacer un esfuerzo y seguir el ritmo de los kampai, la palabra equivalente a nuestro "chinchin" * y colaborar en rellenar las copas de los demás, nunca la nuestra: es la norma de etiqueta.


* Como quiera que "chinchin" es una palabra que en japonés vulgar significa "pene", está claro que debemos evitarla y corear kampai, que viene a ser como "a vaciar la copa".

Web Japón

La moda de teléfonos celulares personalizados se impone en el Japón

La moda de teléfonos celulares personalizados se impone en el Japón Se estima que en el Japón se encuentran operativos más de 72 millones de teléfonos celulares, muchos de los cuales son utilizados por adolescentes para quienes estos aparatos ha dejado se servir sólo para realizar llamadas, enviar mensajes de textos, fotografías o vídeos y se ha convertido en una importante seña de identidad al cual adhieren una serie de accesorios que reflejan su propia personalidad.

Los accesorios de moda para teléfonos celulares se han convertido en un gran negocio a lo largo del territorio nipón que anualmente mueve miles de millones de yenes; una moda que no es exclusiva de los adolescentes sino también de los adultos quienes al menos llevan sus receptores colgados con correas atadas al cuello.

Por ello no llama la atención que en cualquier establecimiento comercial se pueden adquirir una diversidad de accesorios como correas, anillos para las antenas, réplicas en miniatura de muñecos, fotografías adhesivas e incluso imitaciones de piedras preciosas.

Las empresas dedicadas a este rubro son conscientes que cada persona busca personalizar su teléfono celular y diferenciarlo de los demás.

En la actualidad es posible encontrar accesorios de todos los precios, desde aquellos que vienen gratis al comprar una bebida gaseosa hasta exclusivas correas que han sido especialmente elaboradas por diseñadores mundiales como Hermes International, Gucci, Chanel y Louis Vuitton, entre otras, cuyos productos pueden llegar a costas hasta 25 mil yenes..

El fenónemo de los teléfonos celulares conocidos popularmente como “keitai” ha motivado que diferentes centros universitarios hayan iniciado sendas investigaciones. Por ejemplo, para Mizuko Ito, antropólogo de la Universidad de Keio, el éxito comercial de la industria del keitai radica en que es percibido como un objeto particular a diferencia de las computadoras.

"El 'keitai' no es un conjunto de direcciones como el teléfono de casa o el de la oficina sino que se constituye en un modo más para que los jóvenes nipones que no pertenecen a un grupo social definido puedan formar una identidad personal”, expresó Ito en un programa de la televisora NTV.

El antropólogo agregó que la tendencia de decorar los móviles también se viene produciendo en otros países del continente asiático como Corea del Sur o Hong Kong.

PERSONALIZACION NO TIENE PRECIO

El fenómeno de los accesorios para teléfonos celulares también llegó a internet. Una muestra de ello es el portal StrapYa considerada la principal y más grande tienda online de accesorios que mueve unos activos cercanos a los 6.000 millones de yenes.

Por su parte, el fabricante de juguetes Bandai ofrece también una variada colección de accesorios, la mayoría con personajes de la televisión aunque también existen muchas empresas pequeñas que han logrado apoderarse de una parte del mercado porque hay de todo para todos.

Como se aprecia, las posibilidades de hacer un teléfono celular a la medida de cada uno son interminables, más aun en tiempos cuando resulta caro cambiar el receptor telefónico por uno nuevo. Sólo se requiere un poco de imaginación y listo."

Japón en español

Viajar a Japón

Viajar barato a Japón. ¿es posible?

Los comentarios más habituales con que se encuentra una persona que dice, “voy de vacaciones a Japón”, pueden ser de lo más variado: “¡Que lujo!, ¡Que viaje más caro!,¡el billete de avión será carísimo!, ¿te tocó la lotería?, etc., sin embargo casi todos hacen referencia al coste del viaje y pocos a lo atractivo que puede ser el mismo.

El motivo de éste breve escrito es el de facilitar a cuantos estén interesados, información básica, etc.

Decir en éste punto que Japón, un país influyente y referencia en el mundo moderno debido a su economía, tecnología, e incluso su pensamiento, y a pesar de estar abierto a todo lo llamado occidental, sigue siendo un país donde las costumbres y tradiciones siguen estando muy presentes y constituyen la base de la sociedad japonesa. Y digo esto porque aunque el motivo de éste ensayo es el de dar ideas de cómo viajar barato y no el de un estudio de la sociedad japonesa, el viajero puede llegar a pensar que es un país donde la estancia le va a ser complicada debido a sus costumbres y sobre todo a la dificultad de comunicación (aunque muchos japoneses conocen el inglés, nos encontraremos que son menos los que lo hablan). Nada más lejos de la realidad si uno viaja con la suficiente información y con la mente lo más abierta y permeable para conectar con una cultura diferente, Japón puede llegar a ser aquel destino que nunca olvidaremos y a donde querremos volver otra vez.
Las recomendaciones las hago pensando en que el viajero lo hará por su cuenta, y no en viaje organizado.

¿Cuándo viajar a Japón?

Personalmente, la mejor época para viajar es en otoño (octubre y noviembre) donde el cielo es azul y los árboles cambian la coloración de sus hojas creando unos paisajes inolvidables; también en primavera (abril y mayo), coincidiendo el principio de ésta con la sakura o floración del cerezo. El verano suele ser lluvioso y bochornoso y el invierno puede llegar a ser extremadamente frío.

Viajar desde España.

Actualmente no hay vuelo directo desde España a Japón, lo cual no es ningún inconveniente, ya que podemos hacerlo vía cualquier otra capital europea, Londres (Heathrow), París (Charles de Gaulle), Ámsterdam, Frankfurt, etc.
Los dos aeropuertos de entrada al país son Narita en Tokio y Kansai en Osaka.
Normalmente prefiero Kansai, y para una primera visita, es la mejor entrada a Japón , ya que su situación es ideal por su cercanía a Kyoto, Nara y por supuesto Osaka. Aunque la mayoría de gente que viaja por primera vez a Japón va directamente a Tokyo y de ahí no se mueve mucho.

El billete:

Un billete en clase económica, vuelo regular, ida y vuelta desde Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, etc. hasta Japón (vía aeropuerto europeo) sin que sea en fechas señaladas viene a costar unos 800 euros. Este billete puede incluir si lo deseamos un vuelo doméstico ida y vuelta dentro de Japón sin coste adicional, si nuestro destino final es un aeropuerto no internacional como pueden ser Nagoya, Fukuoka, Hiroshima, etc. Normalmente se hacen las reservas a través de una agencia de viajes japonesa con oficina en alguna capital de España y te los envían por mensajero sin costo alguno, aunque cualquier agencia los puede facilitar a estos precios. ¡Ah! Incluir los 2650 yen que cuestan las tasas de salida de aeropuerto en Narita o Kansai.
Las compañías aéreas que vuelan son entre otras: JAL, ANA, Lufthansa, KLM, British Airways, etc.

El Japan Rail Pass:

Es imprescindible para todo aquel viajero que quiera viajar por su cuenta y además quiera ahorrar dinero. Es la opción más ventajosa para viajar por Japón. El único requisito es que debe ser adquirido en el país de origen, en éste caso España y es válido sólo para turistas o no residentes en Japón.
Se pueden adquirir pases de 1 semana, 2 semanas o tres semanas para viajar en primera clase o en clase ordinaria.
Ventajas: viajes ilimitados durante el período de validez del mismo en todas las líneas del Japan Railways Group incluyendo el Shinkansen (tren bala) (excepto el Nozomi), los trenes de cercanías, transbordadores y autobuses. Se ahorra dinero ya que el tren en Japón es caro, y tiempo, no hay que comprar los billetes y sólo mostrarlo en los controles. No es válido para el metro.
Donde adquirirlo: no todas las agencias de viaje lo expiden, pero si en muchas, sino ya te informan, también mayoristas como Jaltour lo expiden.
Como usarlo: en España lo que se adquiere es un cupón o billete que hay que cambiar en Japón a partir del momento que queramos usarlo, se pueden cambiar en los principales aeropuertos y estaciones de tren, aunque cuando adquieres el JR pass en España te facilitan un folleto explicativo. Nos cambiarán el cupón por una tarjeta, donde vendrá indicado el período de validez y es la que mostraremos al usar el servicio.

El alojamiento económico:

Nos vamos a ir al grano y olvidarnos de las grandes cadenas hoteleras internacionales, los hoteles de lujo e incluso los hoteles tradicionales japoneses llamados Ryokan. Varias son las opciones que recomiendo:
(adjunto algunos links)

- Hotel de negocios:
Con habitaciones estilo occidental, pequeñas pero funcionales y situados cerca de estaciones y centros comerciales. Precios entre 5000 y 10000 yen (el pasado diciembre estuve alojado en uno a 3000 yen la noche por oferta décimo aniversario).
El desayuno aparte. Muy fáciles de encontrar e identificar.
GNTO

- Minshuku:
Una buena oportunidad de conocer la vida de una familia japonesa , viviendo en su propia casa que es a su vez el establecimiento. Las tarifas pueden ir desde los 4000 yen a los 7000 yen sin comida hasta los 6500 a 9000 yen con dos comidas, lo cual es una opción muy atrayente y recomendable. Olvidarse por supuesto del servicio de habitaciones, ja, ja, lo normal es que por la mañana tenga que recoger y guardar su futon.
MINSHUKU

- Kokumin-Shukusha (refugios):
localizados cerca de centros de vacaciones y parques nacionales. Unos 6500 yen por noche.

- Penshon (pensiones):
De estilo occidental y normalmente regentadas por una familia. Localizadas en lugares de recreo, sus precios oscilan entre 8000 y 10000 yen incluyendo 2 comidas.

- Albergues:
Situados en la afueras de las ciudades, con precios alrededor de 2500 yen la noche, 500 yen el desayuno y 1000 yen la cena. Muchos son libres y otros necesitan el carné internacional de alberguista.
JYH

Para todos los gustos:

* Para los que buscan otra experiencia, existe la posibilidad de pernoctar en un templo budista o en un santuario shinto (sintoísta). Con precios desde 3000 yen, y con la posibilidad en algunos de presenciar prácticas religiosas, comer shojin ryori (comida vegetariana), meditar.......
* Para los juerguistas o que hayan perdido el último tren, cerca de las zonas de marcha o de las estaciones (sólo en grandes ciudades) se pueden encontrar los hoteles cápsula.
* Hoteles del amor: sí lo que digo, hoteles del amor. Especialmente recomendados para parejas o matrimonios que busquen intimidad. Situados en zonas de marcha o junto a las autopistas. De decoraciones un tanto estrafalarias a base de espejos, neones, satenes rojos, etc. cumplen un fin social ja,ja y sus precios oscilan alrededor de 7000 yen la noche.

Y ahora a comer barato:

La oferta gastronómica que se puede encontrar en Japón es abrumadora. Desde la tradicional y elaborada kaiseki, hasta la humilde pero no menos deliciosa comida casera de los yatai callejeros, pasando por los los famiri resutoran o restaurantes familiares de corte occidental.
Pero como éste modesto artículo no pretende ser un compendio de la cocina japonesa sino de como comer bien y por precio ajustado, levantémonos démonos una ducha y busquemos un sitio donde desayunar si es que no está incluido en el alojamiento:

Decir en éste punto que siempre tendremos a mano un establecimiento tipo Lawson o Seven Eleven abiertos 24 horas donde podemos comprar una lata de café caliente o frío, con leche o sin, y un keiki (pastel) o sandwiches para empezar el día y tomarlo en la misma habitación del hotel. Muy barato.
Otra opción interesante si no queremos perder tiempo en los desplazamientos en tren, es la de irnos directamente a la estación y poder desayunar sentados esperando el tren. Comprando café, té, zumos, sandwiches o keikis en los Kiosk o kioscos de estación o en las máquinas de vending o expendedoras. También podemos comprar dentro del tren donde las chicas con carrito ofrecen por los vagones su mercancía de bebidas calientes, frías y tentempiés. Igualmente económicos.
Las opciones más caras (de 1000 a 1200 yen) serán los desayunos en los hoteles de negocios o bien en los Kissaten o salones de té y cafeterías.

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Después de una mañana agotadora y haber visitado unos cuantos templos y santuarios, el hambre hace su aparición y nos disponemos a buscar un sitio para comer:
Llegados a éste punto tenemos varias opciones económicas:
(Por supuesto la opción suupaa o supermercado y la opción tienda de 24 horas siempre está ahí).
Famiri resutoran: cadenas tipo Sunday Sun, Royal Host, etc. donde los menús se presentan en fotografías y al lado los precios, y no hace falta leer kanji para elegir, sólo señalar y ya está.. Para beber: agua, es gratis, y lo que mayoritariamente beben los japoneses en éste tipo de restaurante. Eso aligera igualmente la cuenta. Pasta, carne, burguers, sopas y atractivos postres.

Restaurantes económicos: fácilmente reconocibles por mostrar en el escaparate todas los platos que preparan, eso sí, hechos de plástico que parecen que son de verdad. Los hay de comida occidental y de comida japonesa. Basta con señalar y a comer.

Cajas bento: o ekiben, cajas artísticamente presentadas que se venden en los trenes y en las estaciones y que contienen ...de todo, y que se dividen en varios compartimentos: uno contiene pastelillos de arroz, otro sakana o pescado cocinado, otro tamagoyaki o tortilla dulce japonesa, otro aperitivos típicos japoneses, otro pollo y kamaboko ( pastel de pasta de pescado hervido), en fin con especialidades de la zona donde se venda. Cuestan entre 600 y 1000 yenes y son muy populares entre los japoneses. Altamente recomendado.

Así mismo y en las grandes ciudades, tenemos la amplia oferta de cocinas de todo el mundo, pizzerías, burguer, hindúes, chinos, etc.

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¿ y para cenar?
Este es el momento que creo debemos dedicar a saborear la comida japonesa, y es el momento donde las opciones económicas siguen siendo tremendamente amplias:

Si hay un sitio que me encanta, donde no suelen frecuentar los gaiji (extranjeros) y que están por todos los sitios son los yatai o restaurantes callejeros ambulantes. Creo que no hay mejor sitio donde disfrutar de una kirin (marca de cerveza) y un tazón de oden (caldo con pasteles de pescado, huevo duro, tofu o carne hervida y verduras).

Siéntate alrededor de la cocina, junto a parejas y hombres de negocios que cenan antes de volver a sus casas, elige y buen provecho. Todos los productos son frescos y deliciosos y muy baratos.

Los hay de ramen (tallarines chinos), de tako yaki (pinchitos de pulpo), de yakitori (pinchitos de pollo), combinados de tempura y udon, etc.
Repito quien prueba, repite.

Otra opción es la de los robatayaki o parrillas de barrio, con raciones generosas de yaki-sakana (pescado a la parrilla), brochetas de carne, shiitake (setas japonesas), yakitori, atsuage (tofu frito), etc..

Aunque algo más caros, los restaurantes de sushi y los de tempura son también asequibles.
Si queremos hacer un día un extra, podemos ir a comer a un restaurante de sukiyaki o de shabu-shabu. Y si de verdad nos sentimos generosos, pues a comer kaiseki, pero esto ya es otra historia y el dinero no nos sobra; lo que he tratado con todo esto es orientar brevemente de cómo se puede comer bien y barato en Japón.

Por supuesto que aún se podría bajar más el presupuesto, pero ¿no son unas vacaciones de las que queremos disfrutar?

Con estas pinceladas sólo he pretendido dar algunas respuestas a esas preguntas que probablemente nos hicieran nuestros amigos y que planteaba al principio de éste escrito, y que además nos hacían tener serias dudas para realizar nuestro deseado viaje.

Ahora sólo queda ......empezar a planificar el ansiado viaje y.... ganbatte!!!!

Japonologia

PALABRAS EN JAPONES Y SU TRADUCCION AL ESPAÑOL

SALUDOS

Dewa mata: Hasta luego o hasta pronto
Saiyonara: Adios
Hane: Hasta luego
Konbanwa: Buenas noches
Oyasumi nasai: buenas noches (también)
Ohaiyo: Buenos dias
Ohayou gozaimasu: Muy buenos días
Ohaiyo yaa: Hola (para los amigos)
Konnichiwa: Buenas tardes
Sayonara: adiós
Ja ne- Bye: adiós (informal)
Arigato: Gracias
Domo arigato!: Muchas gracias
domo arigato gozaimasu: Muchísimas gracias
Onegai shimasu: Por favor
Kudasai: Por favor (también)
Gomen: Disculpa, permiso
Gomen nasai: Perdón!!!
Sumimasen Ga: Perdón, disculpe.
Ogenki deska?: ¿Cómo estás?
Daijoubu ka?: ¿Estás bien?
Daijoubu: Estoy bien
Doushite?: ¿Por qué?
Masaka!: ¡No puedo creerlo!
Sonna!: ¡No puede ser!
moshi moshi: Hola/Bueno (por telefono).
Nani?: ¿Qué?
Nondes ka?: ¿Que? (también)
Hai: Si
Iie: No
Iya: No (a una acción)
Watashi wa: Yo soy

NUMEROS

Ichi: 1
Ni: 2
San: 3
Yon: 4
Go: 5
Roku: 6
Shichi: 7
Hachi: 8
Kyuu: 9
Juu: 10

FAMILIA

Chichi: Padre
Haha: Madre
Oji: Tío
Ane: Hermana mayor
Imouto: Hermana menor
Ani: Hermano mayor
Otouto: Hermano menor
Tachi: Para referirse a la famlilia pero se dice con el nombre del padre de la familia (hombre)
Musuko: Hijo/a
Oba: Tia
Sobo: Abuela
Sofá: Abuelo
Itoko: Primo
Mei: Sobrina
Oi: Sobrino
Mago: Nieto/a
Okaa: Madre
Onee: Hermana

VARIOS

Neko: Gato
kodomo: Niño
Otokonoko: Niño
Ohanoko: Niña
Negai: Deseo
Rei: Espíritu, cero
Tsuki: Luna
Usagi: Conejo
Hikaru: Cielo
Sorano: Brillo ó claro
No: de
Kachi: Victoria, victorioso
Mon: Reja, puerta
Fuku: Feliz
Ureshii: También feliz
Ikimasho!: ¡Vamos!
Kakkoii: Bueno
Kawaii: Lindo/a.
Ai: Amor
Ai shiteru: Te amo
Anata ga suki desu: Te amo
Suki da yo!: Te amo
Baka: Tonto, idiota
Bishoujo: Niña bonita/linda
Bishonen: Niño bonito.(apariencia algo femenina)
Shoujo: Jovencita
Shounen: Jovencito
Chibi: Pequeño
Ganbatte!: ¡Buena suerte!
Ganbatte kudasai nee!: !Echale ganas!
Henshin yo!: ¡Transformación!
Sensei: Maestro.
Shi ne!: ¡Muere!
Minna oichikata: Todo estuvo muy rico
Matsuri: Fiesta.
Nihon: En japonés, Japón.
Nihon jin: Persona nacida en Japón.
Niku: Carne.
Nihondo: Idioma japonés.
Terebi: televisión.
Senshi: Soldado
Ashti: ¿Me amas?
Yamete: ¡Detente!
Minna: Todos
Sugoi: Increible
Damare: Callate!
Yokatta!: Me alegro
Kite Kite: Adivina que?
Kirei: Hermoso
Sou ka!: Ya veo
Henshin yo!: Transformacion!
Hayaku: Rapido!
Ginzuishou: Cristal de plata
Nigero: Correr
Senpai: Compañero de nivel superior.
Sensei: Maestro, profesor.

TERMINACIONES

-chan: se usa para decirle a los niños ó a alguien con quien tienes mucha confianza, ó de cariño
-kun: se usa para los chicos, aunque luego lo usan para chicas. Se usa para personas que no conoces y que son más ó menso de tu edad.
-ko: se usa para las chicas (Usako, Minako, etc.).
-sama: se usa para las personas de respeto; sama significa "honorable", pero se usa para DIOS más bien.
-san: se usa para las personas de respeto; también personas mayores que tú y que conozcas; también se puede usar para los apellidos.

NIPONITIS AGUDA

A lo largo de los años en que mantengo contacto con la cultura japonesa he encontrado muchas personas que compartían el objeto de mi interés. Cada uno tenía puntos de partida diferentes, los manga, las artes marciales, teatro, historia, etc, pero todos tenían en común un entusiasmo enorme por lo japonés.

Cuando algo nos gusta hasta el extremo de que se hace nuestro pasatiempo favorito y dedicamos a él una enorme cantidad de esfuerzo, horas de estudio, dinero y energía, quizá llega a obsesionarnos y nos transformamos en fans incondicionales y, por tanto, un poco ciegos a la realidad.

Japón es un gran país y su cultura es tremendamente interesante. Sus logros en todos los campos son dignos de admiración y estudio. Pero eso no significa que debamos perder la perspectiva, la capacidad de crítica. Si ellas no podremos comprender las cosas. Idealizaremos lo japonés y tendremos conceptos erróneos porque son producto de una visión artificial y tremendamente subjetiva.

Después, al encontrar la realidad cara a cara, algunos pasan al extremo opuesto, llegando a aborrecer lo que antes ensalzaban y defendían incondicionalmente. Porque en la historia y la cultura, en la vida cotidiana de la gente de cualquier país hay capítulos brillantes y oscuros. Pero a todos hay que mirarlos con serenidad y mente abierta, no desde filias, fobias y prejuicios.

Y escribo esto porque hace unos días me he encontrado uno de estos casos en el que se daban los síntomas habituales: la persona que siente un amor sublime hacia Japón, hasta el punto de perder el norte y desdeñar por sistema todo lo que no pertenece a esa esfera cultural. Y luego se ve condenado a sufrir la caída del ídolo cuando descubre que los japoneses son personas, como nosotros, y que entre ellos existen la misma variedad y tipos que en el resto de los países del mundo, con sus cosas buenas y malas.

He visto el efecto de la Niponitis y sus consecuencias en varias personas. Sobre todo a la vuelta de un viaje a Japón o después de establecer relaciones con japoneses/as. Pero creo que no se les puede responsabilizar por ello. Cada uno de los "afectados" había creado una imagen falsa que necesariamente tenía que venirse abajo. Un escritos anglosajón mencionaba una situación relacionada, a la que llamaba Síndrome de Lafcadio Hearn. Este hombre vivió en Japón en la época Meiji, durante la apertura del país al mundo occidental. Aunque su biografía merece capítulo aparte y pronto aparecerá en esta página, cuando se habla de este "síndrome" se intenta describir la sensación del extranjero que a pesar de conocer tradiciones, cultura e idioma, incluso casado con un nativo siempre es y será un gaijin (extrangero). Nunca será aceptado plenamente en el mundo japonés, siempre será soto, exterior, de fuera, nunca uchi, interior, del hogar, de nuestro grupo.

Si uno quiere fabricarse sus propios paraisos e infiernos es muy libre de ello. Pero resulta lamentable escapar de la realidad para refugiarse en una quimera. Cierto es que muchos de estos "afectados" se aferran a la cultura japonesa pero que bien podrían engancharse a otro tema de la misma forma compulsiva y de hecho suele ocurrir así. Pero me refiero a este caso porque es el ambiente que me resulta más cercano.

Que Japón no es solamente manga, o artes marciales. Que no estamos en el históricamente trepidante siglo XVI. Que no hay ya esos samurai. Que si fueramos campesinos de entonces no nos parecería una vida tan romántica ni apasionante. Como cuando jugamos a la guerra de pequeños: todos quieren ser el capitan que sale vivo y condecorado. Nadie desea el papel de soldado de infantería que cae abatido por el fuego enemigo. Sin embargo, en el juego de la vida, de todo ha de haber.

Sobre Japon...

Lo que sea por un Louis Vuitton

Lo que sea por un Louis Vuitton ADOLESCENTES japonesas de clase media se prostituyen para comprar ropa de marca. Empiezan por aceptar un café y acaban en la cama en lo que eufemísticamente se llaman «relaciones de ayuda». Casi el 20% de hombres japoneses aprueba esta práctica

Al atardecer, con los primeros neones, despierta la noche en Kabukicho.En el animado barrio del distrito de Shinjuku, en Tokio, la iluminación va anunciando poco a poco pequeños locales de masajes y chicas de compañía.

Los videoclubs, abiertos desde por la mañana, auguran un pasaje prometedor a un mundo prohibido. Su reclamo es sencillo pero seguro: una imagen de la clásica alumna de instituto japonés, con falda a tablas y cuello marinero. El vestido escolar es desde hace tiempo símbolo del erotismo en Japón.

No es en las calles de Kabukicho, sin embargo, donde los hombres japoneses encontrarán las delicias del uniforme. Las colegialas suelen estar lejos de los barrios rojos donde se concentran las prostitutas extranjeras. Ajenas a lo mundano y a lo sucio, ellas revolotean como hadas que bajan del cielo a acariciar a algún necesitado. Así es como se venden, así es como están concebidas por buena parte del imaginario masculino y por el término eufemístico que la sociedad nipona ha acuñado para referirse a la prostitución juvenil: las «relaciones de ayuda» (enjokousai).

La denominada relación de ayuda se refiere al sexo con menores a cambio de dinero. Suele seguir un proceso de cortejo que la distingue de la prostitución común: las adolescentes se citan con un hombre para tomar café. Se dejan invitar. Otro día van al cine y se dejan coger la mano. Muchas se quedan en esta fase, pero otras continúan. Entonces se dejan besar, hasta que terminan teniendo relaciones sexuales pagadas.

En la otra punta de Tokio, en el barrio electrónico de Akihabara, a plena luz del día, cuatro aparentes colegialas oportunamente vestidas con el uniforme escolar reparten a los transeúntes masculinos invitaciones para una «fiesta privada». Son menudas y de aspecto casto, muy distintas a las llamativas ko-guiaru que suelen frecuentar Shibuya, el barrio joven, en busca de algún hombre que las ayude.

En la papeleta, hecha a mano, anuncian el «gran estreno de un espectáculo» en el que sugieren un striptease al final del acto: «¡Las cuatro bellas se quitarán el uniforme y todo! ¡No se lo pierdan!». El precio es más que asequible; poco más de 2.000 yenes (unos 15 euros) que si se multiplican por 50 espectadores les permitirá adquirir uno de los mayores objetos de deseo de la juventud femenina nipona: un bolso de Louis Vuitton.

«Por un bolso de marca estas chicas son capaces de mantener relaciones sexuales con un hombre», dice Mizuho Matsuda, responsable de la campaña contra la prostitución juvenil del Fondo Asiático para la Mujer, en Tokio. «Saben que es una vía muy fácil de saciar su capricho».

Las colegialas reparten sus invitaciones a hombres de todo tipo.Muy cerca, en una esquina, otra adolescente vende un calendario con imágenes suyas en bikini que alterna con otras en uniforme y en postura sugerente. En su rostro hay una expresión clara de satisfacción y orgullo de ser una modelo, aunque sea para su propio calendario.

La prostitución juvenil en Japón es, como en el resto de países industrializados, resultado de la sociedad de consumo y no de la pobreza. Expertos como Matsuda consideran que el origen del problema se halla en el consumismo exacerbado de la sociedad japonesa, latente -aunque en declive- desde la burbuja económica que en los años 80 y 90 llevó al país a una prosperidad sin precedentes.

Pero, a pesar de la grave crisis financiera, el problema está lejos de llegar a su solución. «Quizás exista una mayor carga de pederastia en la cultura japonesa», reconoce Matsuda. «Me temo que el problema empieza a extenderse a niñas de 13 y 14 años».

A TRAVÉS DEL MOVIL

Es fin de semana, y Shibuya, animado centro de diversión y ocio, rebosa de gente joven y rebelde. Vistosas adolescentes permanentemente bronceadas con rayos UVA, con el pelo teñido de naranja o cobrizo, pestañas postizas y la cara muy pintada, pasean luciendo uniforme con el móvil a mano. Son las llamadas ko-guiaru, del japonés ko, pequeña, y del inglés coloquial gal, chica.

El teléfono móvil se ha convertido en una herramienta fundamental para que ayudantes y ayudadas entren en contacto una vez que las ko-guiaru se han anunciado en algún cartel o a través de Internet. Los anuncios a veces son tantos que llegan a empapelar cabinas de teléfono enteras, con sus fotos en baja resolución, su número de móvil, un corazón pintado y la letra clave: la «H».«H» de hot, caliente en inglés.

En Internet se multiplican las páginas dedicadas a ellas. Existen incluso asesorías en las que consultan sus dudas. «Tengo 17 años y quiero tener una relación de ayuda con un médico. ¿Qué me aconsejáis?», se lee en una web.

«Ten en cuenta que un médico está muy cotizado y habrá otras mujeres deseándolo. Pero ser colegiala juega a tu favor. Intenta no ser caprichosa y sé discreta; lo agradecerá si está casado.Y cuidado con los embarazos», dice el consultor de turno.

Cerca de Shibuya, en el bulevar europeizado de Omotesando, se alinean algunas sucursales de las mayores tiendas de alta costura.Uno de los vicios del elevado consumismo japonés -el consumo personal representa el 60% del PIB- es la fiebre por las burando (del inglés brand), la marcamanía.

En el interior de los locales de Prada y Louis Vuitton, las dos firmas de moda del momento, y entre jóvenes ejecutivas, asalariadas y señoras adineradas, colegialas en uniforme fichan su próximo capricho o pagan al contado algún producto que ronda los 40.000 yenes (285 euros).

Según la única encuesta realizada a 600 alumnas de instituto por el Fondo Asiático para la Mujer en 1997, un 5% de adolescentes de entre 15 y 18 años reconoció haber quedado con hombres a cambio de dinero, de las que un 2,3% mantuvo relaciones sexuales.

Otra encuesta efectuada en 1999 a 1.400 hombres de entre 20 y 60 años reveló que un 12,5% de ellos compró los servicios de una prostituta al menos una vez, y un 0,3% pagó para obtener sexo con una menor. Un 18,7% se oponía «un poco, casi nada o nada» a la prostitución juvenil.

Muchos ya no las consideran niñas. La relación se asume como tácitamente natural y los hombres atraídos por adolescentes y niñas se hacen llamar Loli-com, de complejo de Lolita; lejana y errada referencia a la nínfula de Nabokov. El lenguaje atenuante sirve para restar importancia al significado de los hechos: un Loli-com es aceptado; un pederasta, no.

REINAS DEL EROTISMO

Las colegialas uniformadas se saben las reinas del erotismo.«No tienen competencia en ese sentido. Para muchos adultos no hay nada mejor que un cuerpo joven y un carácter manejable», explica Matsuda.

Pero las relaciones de ayuda pueden ser sólo el primer problema.Las jóvenes que las practican -que suelen ser de clase media con mal ambiente en el hogar- corren el riesgo de contraer el sida, caer en las drogas y acabar en manos de la mafia. Incluso de degenerar en la delincuencia.

Un nuevo tipo de suceso irrumpió en 2002 con el asalto a los asalariados de mediana edad por parte de jóvenes escolares. El fenómeno fue bautizado «la caza del viejo» y definido como un atraco organizado en dos fases: una o varias colegialas vestidas con uniforme esperan solas en un parque o en un lugar oscuro a que pase algún asalariado a su vuelta del trabajo.

Cuando la presa pica en el anzuelo salen sus compañeros y atracan a la víctima. Sabida la atracción que ejercen sobre el hombre medio japonés, son la carnaza perfecta.

LAS ADOLESCENTES, EL DINERO Y LA MARCAMANIA

Sin trabajo, como pronto, hasta que acceden a la universidad -la educación es especialmente férrea entre los 15 y los 18 años, con jornadas escolares de hasta 10 horas-, las adolescentes japonesas no suelen disponer de más de 20 o 25 euros a la semana. En esto es en lo que suelen gastar su dinero:

Karaoke: El precio medio es de unos 2 euros cada media hora, aunque puede llegar a ser de 0,37 euros, según el día y la hora.

Compras: Puedan o no permitírselo, es su mayor tentación. Atrapadas por la «marcamanía», las más atrevidas visitan las tiendas de alta costura. Un bolso de Louis Vuitton, en concreto la gama más de moda, la Monogram, oscila entre 370 y 1.852 euros.

Ir a cenar: Las adolescentes no suelen ir a cenar a restaurantes; una cena les costaría como mínimo unos 37 euros a cada una. En cambio, se suelen reunir con varios amigos y amigas para beber y «picar» en los «izakaya», los bares de tapas japoneses, donde cada ración cuesta entre 1,5 y 3 euros.

Cine: Cuesta 13,5 euros; 7,5 euros para ellas si es miércoles y para el público general si es día del espectador.

Leer «manga»: Es una actividad más solitaria, pero muy frecuente.Los «shojo manga», cómic para chicas, suelen costar unos 3 euros.

Móvil: Se pueden gastar una media de 37 euros al mes.

Hikikomori

Hikikomori Estos adolescentes deciden encerrarse en su habitación o en una parte de su casa después de suspender un examen o tener un desengaño amoroso y lo que empieza por una chiquillada acaba convirtiéndose en años de reclusión voluntaria.

Hikikomori en japonés significa inhibición, reclusión, aislamiento y este es el nombre que se ha puesto al trastorno que padecen cerca de 1.200.000 chicos japoneses. Al suicidio parece que sólo acuden una ínfima minoría de ellos, si tenemos en cuenta el gran número de Hikikomoris.

Los Hikikomori son adolescentes y adultos jóvenes que se ven abrumados por la sociedad japonesa y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se esperan de ellos, reaccionando con un aislamiento social. Los hikikomori a menudo rehúsan a abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años. Según algunas estimaciones, puede que haya un millón de hikikomoris en Japón (uno de cada diez hombres jóvenes). La mayoría de ellos son varones, y muchos son también hijos primogénitos.

Causas del aislamiento
Los adolescentes y adultos jóvenes en Japón sufren mucha presión por parte de la sociedad japonesa para que triunfen. La presión proviene de diferentes medios.

Una de las mayores preocupaciones de los adolescentes japoneses es su rendimiento académico, donde a menudo se enfrentan a una presión considerable por parte de los padres y la sociedad en general. En casos extremos la presión comienza desde antes de la guardería, donde tienen que aprobar un examen de ingreso para entrar en la mejor guardería, la cual prepara a los niños para el examen de ingreso del mejor parvulario, el cual a su vez prepara al niño para el examen de ingreso de la mejor escuela primaria, escuela secundaria y el equivalente a nuestro bachillerato, para finalmente preparar para el examen de ingreso de la universidad. Muchos adolescentes dedican un año, después del instituto, a preparar exclusivamente el examen infernal de acceso a la universidad. Cuanto más prestigio tenga la universidad, más difícil será el examen. La universidad más prestigiosa, con el examen de ingreso más difícil, es la Universidad de Tokyo.

Después de graduarse del instituto o la universidad, además tienen que afrontar un mercado de trabajo muy difícil. A menudo sólo encuentran trabajo a media jornada y acaban como freeters (personas que no consiguen trabajo fijo y/o a jornada completa), con muy pocos ingresos e incapaces de formar una familia.

Otro foco de presión lo forman sus compañeros de clase, los cuales pueden abusar y burlarse de otros estudiantes por varias razones, como por ejemplo su aspecto físico (especialmente si son obesos, rendimiento académico o deportivo, su poder adquisitivo, etnia, etc.

Síntomas del aislamiento
Mientras que algunas personas sienten presión por parte del mundo exterior, y padecen agorafobia, un hikikomori reacciona con un completo aislamiento social para evitar toda la presión exterior. Puede que ellos, normalmente varones, se encierren en sus dormitorios o alguna otra habitación de la casa de sus padres durante periodos de tiempo prolongados, a menudo años. Normalmente no tienen ningún amigo, y en su mayoría duermen a lo largo del día, y ven la televisión o juegan al ordenador durante la noche. Todo esto hace de ellos un caso extremo de solteros parásitos (expresión japonesa para nombrar a aquellos que viven de la sopa boba, viviendo en casa de sus padres para disfrutar de mayor comodidad).

El aislamiento de la sociedad normalmente comienza de forma gradual, antes de que el hikikomori cierre con llave la puerta de su habitación. A menudo se encuentran tristes, pierden sus amigos, se vuelven inseguros, tímidos y hablan menos. Frecuentamente son objeto de burla en el colegio, lo cual puede ser el detonante para su aislamiento.

Reacción de los padres
El tener un hikikomori en la familia normalmente es considerado un problema interno de esta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia psicológica. Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la madre, la cual se siente sobreprotectora con su hijo. En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el niño ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente esperan debido a la falta de otras opciones. Normalmente no se fuerza (o se tarda mucho en hacerlo) de forma radical al niño para que vuelva a integrarse a la sociedad.

Tener un hikikomori en la familia es a menudo vergonzoso, y es considerado en Japón un problema interno de la familia. Los colegios y asistentes sociales pueden hacer preguntas, pero normalmente no se involucran en la situación.

Efectos en el hikikomori
La falta de contacto social y el aislamiento prolongado tienen un gran efecto en la mentalidad de los hikikomori, y pierden sus habilidades sociales y los referentes sociales y morales necesarios. A menudo, tienen dificultad para distiguir el bien del mal, y el mundo de la televisión o los videojuegos se convierten en su marco de referencia.

Si el hikikomori finalmente (a menudo después de unos cuantos años) regresa a la sociedad por su propia voluntad, tiene que afrontar el problema de haber perdido muchas de sus habilidades sociales, así como años de estudio. Esto hace la reentrada en la sociedad más difícil. Temen que los demás descubran su pasado como hikikomori, y se muestran vacilantes con la gente, especialmente si son desconocidos.

Su miedo a la presión social puede convertirse en ira, y la pérdida del marco de referencia social puede conducir también a un comportamiento violento o delictivo. Algunos hikikomori atacan a sus padres. Algunos crímenes han sido cometidos por ellos. En el año 2000, un hikikomori de 17 años secuestró un autobús y mató a un pasajero. Otro caso extremo fue el de un hikikomori que secuestro a una chica joven y la tuvo en cautiverio durante nueve años. Otro mató a cuatro chicas para recrear escenas de un manga hentai (cómic pornográfico). Es difícil conseguir cifras exactas, ya que muchas familias no hablan de estos problemas.

Tratamiento
Hay diferentes opiniones sobre el tratamiento que debe seguir un hikikomori, y las opiniones a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental. Los expertos japonesas normalmente sugieren esperar hasta que el hikikomori se reincorpore a la sociedad por su propia voluntad, mientras que los médicos occidentales pienan que hay que forzarlo si es necesario. En cualquier caso es necesaria una ayuda psicológica, ya que muchos padres se ven abrumados por los problemas de un hikikomori. Aunque hay algunos médicos y clínicas especializados en ayudar a jóvenes hikikomori, muchos de ellos y sus padres aún sienten falta de apoyo a sus problemas.

El resto del mundo
El aislamiento social completo parece que es principalmente un fenómeno japonés, pero jóvenes de todo el mundo sufren presión social y pueden ser objeto de burla, por lo que a menudo se crea un comportamiento parecido de odio y agresión, como por ejemplo las masacres de Columbine y de Erfurt.

El Go - Primera Parte

El Go - Primera Parte El Go es único

La historia del Go se remonta unos 3.000 años y sus reglas han permanecido prácticamente inmutables a lo largo de todo este tiempo. El juego es probablemente originario de China o del Himalaya. Hay una leyenda según la cual el destino del Tibet se decidió una vez sobre un tablero de Go, cuando el gobernador budista, para evitar la batalla y el derramamiento de sangre retó a sus agresores a una partida de Go.

En el lejano Oriente, de donde es originario, el Go goza hoy día de una gran popularidad y en Europa y América el interes por el juego aumenta continuamente.

Como el Ajedrez, el Go es un juego de estrategia (ha sido descrito como cuatro partidas simultaneas de ajedrez sobre el mismo tablero), si bien difiere de este en muchos aspectos. Las reglas del Go son muy sencillas y, a pesar de que como en el Ajedrez, los jugadores enfrentan sus respectivas capacidades analíticas, en el Go la intuición juega un papel mucho más importante.

El Go es un juego de territorio. El tablero, marcado con una retícula de 19 x 19 líneas puede ser considerado como un territorio que tendran que compartir / disputar los dos jugadores. Un jugador dispone de un número suficiente de piezas blancas, llamadas "piedras", y el otro de piedras negras. El juego empieza con el tablero vacío y los jugadores, por turno, van colocando sus piedras, una cada vez, sobre los puntos libres. Negro juega primero y las piedras se colocan en las intersecciones de las líneas, no en los cuadrados. Una vez puesta una piedra, esta no se mueve. No obstante, las piedras pueden ser rodeadas y por tanto capturadas, en cuyo caso son retiradas del tablero como prisioneras.

Los jugadores normalmente inician la partida marcando las zonas del tablero que pretenden convertir en su territorio. Durante el desarrollo, las luchas entre grupos de piedras enemigas confieren gran dramatismo al juego puesto que el resultado de estas batallas suele reflejarse en enormes intercambios de territorio. Al final de la partida cada jugador cuenta un punto por cada intersección libre que tenga en su territorio, mas un punto por cada piedra capturada. El jugador que sume mas puntos es el ganador.

Capturar piedras es por supuesto una forma de hacer territorio, pero una de las sutilezas del Go es que la agresión no siempre es rentable. Las posibilidades estratégicas y tácticas son infinitas, y el juego siempre representa un reto y una diversión para jugadores de cualquier nivel. La personalidades de los jugadores se muestran muy claramente sobre el tablero de Go. El juego refleja las capacidades de los jugadores a la hora de equilibrar ataque y defensa, de hacer trabajar a las piedras de manera eficiente, de conservar la flexibilidad al responder a suituaciones cambiantes, la elección del momento oportuno, el análisis exaustivo de una posición y reconocimiento de las fortalezas y debilidades del enemigo. En definitiva, el Go es un juego que jamás se queda pequeño.

La historia del pachinko

La historia del pachinko Atendiendo al dinero que mueve, el mayor pasatiempo en Japón es el pachinko. De esto no cabe la menor duda si se tiene en cuenta que de los 85 billones de yenes que circulan en el sector del ocio, más de 29 billones (unos 273.000 millones de dólares) corresponden al juego de las bolitas. Estos datos, extraídos del Libro Blanco sobre el ocio en Japón (2003), señalan que en todo el país hay 21,7 millones de aficionados al pachinko.

La verdad que estas maquinitas enganchan.. hay que ir con cuidado claro, porque sino el dinero se va muy rápido, como cualquier maquinita tragaperras, lógico. En Japón hay sitios que solo son de Pachinko, filas y filas de maquinitas, siempre llenas de gente, no se cansan nunca.. No como las de aquí, estas almenos son mas bonitas y casi todas diferentes. No es solo tirar el dinero y apretar un botón, con estas te vuelves majara con las bolitas y cuanto mas bolitas entren en los agujeros mas paranoias hace la maquina. La maquina se vuelve loca, muchas luces y muchos sonidos mientras en la pantalla del medio vas jugando a un videojuego cargandote monigotes. Yo jugué una vez en una que no era japonesa pero en el salón del manga de Barcelona de este año estuve yo con unos amigos jugando a una japonesa que pusieron ahí en un stand, la verdad que flipemos,el premio era un mazinguer gigante xD en las de verdad das las bolitas y te dan pasta :P
Bueno, no os quiero animar a que juguéis ni a estas ni a ninguna, pero si veis alguna pachinko seguro que os paráis pq es distinta a cualquier otra, almenos curiosa :P